Severo: "El mensaje no fue para mí, fue para la Presidenta"

viernes, 5 de octubre de 2012


Así lo afirmó Alfonso Severo, testigo en el juicio por el crimen de Mariano Ferreyra, quien fuera hallado anoche con vida y golpeado en la localidad bonaerense de Gerli, partido de Avellaneda, y ya regresó a su vivienda. "Pase lo que pase, voy a ir a declarar al juicio", recalcó.

Severo, luego de ser trasladado al hospital Finochietto de Avellaneda, donde recibió el alta médica a las 0.30 tras ser sometido a una serie de estudios, aseguró que "pase lo que pase" va a presentarse a declarar ante el tribunal.

"Alguien tiene que hacer algo", dijo. El testigo del crimen de Mariano Ferreyra fue encontrado en una remisería de Gerli, hasta la que llegó golpeado y maniatado. El sitio está a pocas cuadras del lugar en el que había sido visto por última vez, el miércoles por la noche.

“Dijimos que iba a haber un muerto en ferrocarriles y lo hubo”, afirmó el testigo del caso Ferreyra. Y tiró: "El mensaje no fue para mí, fue para la Presidenta". Shockeado y con lágrimas en sus ojos explicó que no iba a dar detalles acerca de lo ocurrido. Que "hablaría con alguien de la Justicia", con alguien que "le diera pelota".

Si bien aclaró que todavía no iba a dar detalles de lo ocurrido, afirmó que "pase lo que pase, voy a ir a declarar al juicio".

Al salir de la guardia del hospital Finochietto de Sarandí, Severo se expresó con las siguientes frases: “¿Cuánto más? ¿Me querían muerto a mí?, alguien tiene que hacer algo". "Denme una Visa y me voy, dejo de joder".

Fuentes policiales confirmaron a Télam que el testigo fue liberado pasadas las 22 horas en la calle Clemenciau al 50, en Gerli, donde fue auxiliado por un empleado del Diario Popular, identificado como Fabián Abba.

De acuerdo a lo señalado por las fuentes, Severo se encontraba maniatado con precintos de plástico, vendado y con algunos golpes, luego de ser abandonado por un vehículo que aún no fue identificado.

Una vez preservado por la persona que lo halló, Severo entregó dos números de teléfono pertenecientes a una remisería de su propiedad, ubicada en la calle Mariano Acosta, desde donde finalmente fue escoltado por efectivos policiales y acompañado por allegados al hospital municipal de Avellaneda.

Al recibir el alta, tras ser sometido a una serie de estudios, Severo dijo a los periodistas que aguardaban en la puerta que "pase lo que pase voy a ir a declarar al juicio" por el crimen de Ferreyra, tras lo cual ingresó a su domicilio particular, que se encuentra a escasos metros del propio hospital, en la calle Anatole France.

Los primeros efectivos en tomar contacto con Severo pertenecen a la DDI de Lomas de Zamora, cuyos voceros indicaron a Télam que en el breve contacto previo a su internación el testigo sostuvo que habría sido capturado la noche del miércoles cuando una moto, con dos sujetos armados, le cruzó el paso a su vehículo en la zona de Avellaneda.

Según las fuentes, se estima que Severo estuvo cautivo a lo largo de la jornada del jueves en una vivienda de Gerli, el mismo sitio en el que fue hallado el jueves a la noche.